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 Con menos días de clase, concluye ciclo escolar

No son pocas las escuelas oficiales de Michoacán que ahora están más ocupadas por efectuar dignos cierres de año

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

El ciclo escolar 2023-2024 está por finalizar; el calendario oficial marca su término para el 16 de julio venidero, pero a un mes de su conclusión y como ha venido ocurriendo desde hace varias décadas, miles de escolapios que asisten a las escuelas públicas recibirán menos días de clases y por supuesto menos horas a las establecidas por la secretaría de Educación Pública en el calendario escolar que ahora corre.

No son pocas las escuelas oficiales de Michoacán que ahora están más ocupadas por efectuar dignos cierres de año, graduaciones o fiestas de conclusión de cursos que por verificar si los alumnos de todos los niveles educativos aprovecharon adecuadamente los contenidos que ahora son marcados por la Nueva Escuela Mexicana.

Lo anterior ocasionará que los temas de los programas de estudio no se hayan desarrollado en su totalidad, incrementándose el rezago educativo en todos los niveles de enseñanza y obstaculizando la posibilidad de mejorar la calidad del aprendizaje, lo que ha venido ocurriendo desde 2020, cuando se declaró la pandemia por COVID-19.

Si bien se recuerda, el ciclo escolar 2023-2024 dio comienzo el 28 de agosto de 2023, proyectándose con una duración de 190 días de clase efectivas para ser concluido el 16 de julio de 2024; previo al inicio del año escolar, se brindó a los docentes, durante cinco días laborales, un taller intensivo de formación continua, al parecer para que se familiarizaran con el lenguaje que sería usado en la nueva forma de enseñanza, inventada por la cuarta transformación, que supuestamente a través de la nueva escuela mexicana, lograría alcanzar la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación (lo que aún está por verse).

Bien o mal, hasta mediados del pasado mes de mayo, aunque no en lo general (porque en muchas escuelas los paros y suspensiones de actividades fueron frecuentes) las labores escolares se desarrollaron sin interrupción alguna tal y como se habían programado originalmente.

Pero llegaron las elecciones más grandes de la historia de México y por supuesto las demandas por parte del muy fragmentado sindicato magisterial, hoy principalmente integrado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), coyuntura que fue aprovechada para exigir desde aumentos salariales (sobre todo después del anunciado el 15 de mayo por el presidente Andrés Manuel López Obrador que dejó a todos los trabajadores de la educación inconformes) hasta descargas administrativas, mayor número de plazas y otras minucias.

De un día para otro, miles de docentes, profesores o maestros pertenecientes a la CNTE decidieron abandonar las aulas para manifestarse públicamente reclamando sus derechos laborales, dejando sin clases a miles de alumnos de educación básica en todo el territorio estatal.

Pero en medio de todo esto, la secretaría de Educación (SEE) en el estado ha salido a ostentar que, en Michoacán, sí se cumplió con el 100 por ciento del ciclo escolar (aunque falte un mes para que concluya), avalando con ello que las escuelas cierren sus puertas antes de que finalice junio; si los cálculos son correctos, entonces el resultado dice que no serán 190 días efectivos de labores en el aula, sino alrededor de 170, y eso si no hubo los clásicos paros de un día o puentes obligados a lo largo del año.

Por otra parte, las autoridades educativas ya están pensando en cómo justificar el  cierre adelantado, argumentando unas necesarias vacaciones de fin del ciclo escolar en aquellas escuelas que se ubican en las regiones más cálidas del país y de la entidad, para no exponer a los alumnos a las altas temperaturas  que se generan en esos lugres a consecuencia del cambio climático, medida con la cual pretenden ocultar la falta de mantenimiento de las instalaciones educativas, en particular de las ubicadas en esas regiones donde el clima es extremo en algunas épocas del año; un ejemplo de ello es la Tierra Caliente michoacana.

Un total desorden en el sistema educativo

Cabe mencionar que el ciclo escolar 2023-2024 en Michoacán no estuvo exento de conflictos. Si bien no se produjeron paros o tomas de escuelas generalizadas, sí se registraron diversas problemáticas que afectaron el desarrollo normal de las clases en algunas zonas.

Algunos de los principales conflictos educativos en la entidad durante el ciclo que ahora cierra incluyen la falta de maestros, pues en algunas regiones del estado, como Tierra Caliente y la Sierra, hubo un déficit significativo de docentes, lo que obligó a grupos a compartir maestro o a tomar clases con personal no calificado, aunado ello a las malas condiciones de infraestructura, pues numerosas escuelas presentan condiciones precarias, con aulas deterioradas, falta de servicios básicos como agua potable y sanitarios, e incluso riesgo de colapso.

De la misma manera, fueron frecuentes los reportes de violencia en las escuelas, incluyendo peleas entre estudiantes, acoso escolar e incluso agresiones a docentes, considerando dentro de esta violencia los conflictos sindicales, ya que se reportaron algunas tensiones entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la secretaría de Educación de Michoacán (SEE) por cuestiones como la asignación de plazas y la basificación de docentes.

A pesar de estos desafíos, las autoridades educativas y la comunidad en general trabajaron para encontrar soluciones y mejorar la situación educativa en Michoacán, por lo que se espera que en los próximos ciclos escolares se tomen medidas más contundentes para atender las problemáticas mencionadas y garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los niños del estado.

Es importante precisar que estos son sólo algunos de los principales conflictos educativos que se vivieron en el estado durante el ciclo escolar 2023-2024. La situación es compleja y requiere de un trabajo conjunto y sostenido para garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los estudiantes.

El problema laboral

Ante el persistente conflicto patrón-empleados prevaleciente en la SEP, como medida de presión para negociar favorablemente sus demandas ante las autoridades educativas, los trabajadores de la educación decidieron bloquear calles, avenidas, bulevares, plazas, carreteras, oficinas de gobierno, instalarse en plantón permanente en lugares estratégicos como el Zócalo de la Ciudad de México, bloquear  entradas y salidas a los depósitos de almacenamiento de combustible, como en Tuxtla Gutiérrez o la obstrucción a los aeropuertos de la Ciudad de México y de Oaxaca y hasta llegar al extremo de dañar alguna unidad móvil particular, por el simple hecho de que su propietario manifestó su inconformidad por la obstrucción al libre tránsito y esto sucedió en todo el país, incluido Michoacán.

Únicamente para recordar, los maestros, entre otras demandas, insisten en solicitar el 100 por ciento de incremento salarial retroactivo al primero de enero de 2024; el pago de las prestaciones económicas pendientes desde 2018; disminución del porcentaje del Impuesto Sobre la Renta (ISR); que las prestaciones se sumen al salario nominal; y que se destinen mayores recursos presupuestales a la educación del pueblo, equivalente al 12 por ciento del Producto Interno Bruto.

De igual manera, exigen la regulación de las plazas laborales para dar certeza jurídica laboral a los interesados; mejoramiento de los servicios médicos que proporciona el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE);  el pago de las pensiones y jubilaciones con base a salarios mínimos y no en Unidad de Medida de Actualización, como ha venido sucediendo desde 2017; 90 días de aguinaldo y asignación de plazas a los egresados de las escuelas normales, sin que tengan que someterse a un examen de admisión.

Siendo justos, a excepción del incremento salarial del 100 por ciento, todas sus demandas son justificadas, ya que el salario promedio que percibe un docente, profesor o maestro, aparte de ser indigno, es insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia, y en nada compensa el trabajo que a diario realiza dentro del aula, a  veces atendiendo grupos de más de 50 alumnos, teniendo que hacer uso de la imaginación para sustituir la falta de material didáctico y de una infraestructura educativa adecuada.

Estos problemas tan visibles, indican que persiste el desorden en el Sistema Educativo Nacional, por la negligencia, incapacidad y falta de voluntad de quienes han administrado la prestación del servicio educativo en las últimas cuatro décadas, sin que se avizoren mejores tiempos. Por lo pronto, se deberá implementar una nueva forma de protesta, de manera que no afecte a tercero mucho menos el proceso educativo de la población.

Y llegamos a la federalización de la nómina

Derivado de lo anterior, la federalización de la nómina educativa (posible solución a las demandas económicas de los trabajadores de la educación) en Michoacán es un proceso que aún está en curso y que ha generado diversas reacciones y opiniones, concluyendo otro ciclo escolar sin que se concrete.

La federalización de la nómina educativa implica que el gobierno federal sea el responsable del pago de los salarios de los maestros del estado, lo que significa que el gobierno estatal ya no tendría que aportar recursos para este fin. Entre sus beneficios, destaca que habría más recursos para las escuelas, ya que al no tener que pagar los salarios de los maestros, el gobierno estatal podría destinar más recursos a otras áreas de la educación, como la mejora de la infraestructura escolar, la compra de materiales didácticos y la capacitación docente.

 De igual manera, se tendría mayor transparencia y eficiencia; lo que se espera es que la federalización de la nómina ayude a transparentar el uso de los recursos destinados a la educación y hacer que el sistema sea más eficiente, con mejores condiciones laborales para los maestros; la federalización podría contribuir a mejorar las condiciones laborales de los maestros, como el pago puntual de sus salarios y el acceso a mejores prestaciones.

Algunos críticos de la federalización han expresado preocupaciones al respecto, argumentando que se perdería la autonomía estatal en materia educativa, centralizando aún más el poder en el gobierno federal y limitando la participación de los estados en la toma de decisiones sobre educación, amén de posibles retrasos en los pagos de los maestros, lo que afectaría negativamente su economía.

Actualmente, la federalización de la nómina educativa en Michoacán aún está en proceso de análisis por parte del gobierno federal. Se espera que en los próximos meses se defina si se implementa esta medida en el estado y, en caso afirmativo, cómo se llevará a cabo.

Las opiniones sobre la federalización de la nómina educativa en Michoacán están divididas. Algunos la ven como una oportunidad para mejorar la educación en el estado, mientras que otros temen que pueda tener consecuencias negativas.

La NEM de la mano del nuevo ciclo escolar

La Nueva Escuela Mexicana (NEM) es un modelo educativo que se implementa en todo México, incluyendo Michoacán, donde se aplicó precisamente durante el presente ciclo escolar; es de mencionarse que la secretaría de Educación en el estado ha realizado diversas acciones para su implementación, tales como la capacitación a docentes, para quienes se han realizado talleres, cursos y tertulias para que los docentes conozcan el modelo y sepan cómo aplicarlo en sus aulas.

De igual forma, se han distribuido materiales educativos para que los alumnos puedan aprender de acuerdo con los principios de la NEM y se ha mejorado la infraestructura de las escuelas para que sean más adecuadas para el aprendizaje.

Los objetivos de la NEM en la entidad son fortalecer la educación pública, de acuerdo con la filosofía de la cuarta transformación, buscando que todos los estudiantes del nivel básico tengan acceso a una educación de calidad, que aprendan de manera significativa y que desarrollen las competencias que necesitan para la vida. Un punto de relevancia es lograr que los alumnos se formen como ciudadanos críticos, responsables y comprometidos con su comunidad.

Y en tanto se prosigue con el impulso a la NEM, esta semana fue anunciado el contenido del nuevo calendario escolar 2024-2025 de la SEP, que recientemente fue publicado y recuerda las fechas clave en este cierre de ciclo.

Correspondió a la titular de la SEE, Gabriela Molina, recordar que en julio se realizan las clausuras en nivel básico, considerando que para el viernes 12 de julio de este año los alumnos ya habrán culminado sus labores en el aula, dado que ese día es para descarga administrativa.

El lunes 15 de julio es la entrega de boletas, mientras que del miércoles 17 al viernes 19 del mismo mes se lleva a cabo el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes, en el que participan maestros de educación básica.

El ciclo escolar 2024-2025 da inicio en agosto para los docentes con el Consejo Técnico Escolar intensivo, del 19 al 23, y para los alumnos el lunes 26 de agosto. Este ciclo contempla 190 días de clases. Tendrá los tradicionales periodos vacacionales de fin de año y de Semana Santa, esta vez durante el mes de abril, además de que se mantienen las sesiones mensuales de cada último viernes, de los Consejos Técnicos Escolares (CTE). El 16 de julio de 2025 será el último día de clases, marcado en el calendario oficial.

Recuento:

Avances:

 * Se logró el regreso a clases presenciales en la mayoría de las escuelas.

 * Se completó el ciclo escolar anterior sin mayores contratiempos.

 * Se avanzó en la implementación del modelo educativo “Nueva Escuela Mexicana”.

 Desafíos:

 * Persiste el déficit de maestros en algunas zonas.

 * Hay rezago educativo en algunas áreas, especialmente en lectura y matemáticas.

 * La infraestructura escolar en algunas zonas es deficiente.

 * Se siguen presentando conflictos entre el gobierno y las dos alas de la CNTE.

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