Por: Ramón Zurita Sahagún
Se dicen priistas, pero estuvieron coqueteando con otros partidos, aseguran que luchan por la democracia del tricolor y exigen la renuncia del dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas.
Dicen que forman parte del Frente Amplio de Renovación del PRI y desde hace tiempo conspiran en contra de “Alito”, aunque por separado de como lo hacían Claudia Ruiz, Eruviel Ávila, Miguel Osorio y otros más que fueron compensados con posiciones en otros partidos.
Siguen siendo priistas con la esperanza de llevarse una rebanada del pequeño pastel que es ahora el PRI y achacan a Moreno Cárdenas todos los males del partido.
Olvidan que algunos de ellos son parte fundamental de la crisis dentro del tricolor y zopiloteando al partido para sacar raja de la situación que vive.
Dicen que Alito es responsable de las derrotas del partido y que ellos están dispuestos a sacar al partido del eventual caos que vive, pero no hacen propuestas concretas además de la salida de Moreno Cárdenas.
Cuatro son las cabezas y, tal vez, los únicos integrantes del grupo, ya que nadie conoce a sus seguidores, pues nunca se han distinguidos por ser convocantes de masas y sus momentos de gloria fueron pocos.
Tal vez, la única y vocera del grupo, Dulce María Sauri, sea quien haya sobresalido más, aunque nunca logró concretar su sueño de ser gobernadora electa en Yucatán. Su carrera es exitosa, casi siempre recibiendo el beneficio de las plurinominales y el interinato. Dos veces diputada federal y dos más senadora. Las de mayoría cuando el PRI era una máquina electoral, las otras dos cuando lo mejor era cobijarse en las listas de partido. Sauri era la presidenta del CEN del PRI cuando el partido sucumbió ante la verborrea del PAN de Vicente Fox y cuando el tricolor perdió por vez primera Yucatán.
En el pasado proceso electoral, ni ella ni ninguno de sus compañeros de viaje en el Frente Amplio fueron vistos trabajando en favor del PRI durante las campañas.
José Reyes Baeza tiene su historia; fue gobernador de Chihuahua de 2004 a 2010 y fue parte del selecto grupo de diputados de la corriente elbista en la Cámara de Diputados. Fue de los gobernadores que ayudaron a sellar el ataúd del PRI en la elección presidencial del 2006 y con ello mandar al ostracismo político a Roberto Madrazo.
Héctor Astudillo y Natividad González Parás tienen un común denominador: los dos perdieron la oportunidad de ser gobernadores en una primera instancia y tuvieron que ir a una segunda
oportunidad para lograrlo. Nati perdió ante Fernando Canales en 1997 y ganó en 2003, dejando en 2009 a una de las administraciones más corruptas de los años recientes en Nuevo León, la de Rodrigo Medina. Astudillo sucumbió ante Zeferino Torreblanca en 2005 y luego le ganó a Beatriz Mojica diez años después.
A los cuatro nuevos Jinetes del Apocalipsis priista, se le ha visto poco en los últimos tiempos en evento políticos de su partido, tal vez la presencia de Dulce sea más frecuente en algunas de las reuniones de expresidentes del partido, pero al igual que Miguel Osorio, Claudia Ruiz, Eruviel Ávila y otros demandan democracia partidista de un partido que no sienten ni se preocupan por él y que, tal vez, ni siquiera votaron por él durante los pasados comicios.
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Primero fueron el aguacate, el limón y otras frutas las que subieron de precio escandalosamente, principalmente por las extorsiones, luego el pollo y el jitomate y ahora lo son el cilantro y el chile habanero, que incrementaron su costo en forma exorbitante. Las lluvias, la sequía, las extorsiones, la presencia del crimen organizado y otras cuestiones ocasionan fuertes gastos en la canasta básica.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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